Lámparas Double Ended: Un gran paso evolutivo de las HPS de sodio
Las lámparas HPS de sodio de rosca E40 que tantos años nos han acompañado en nuestros cultivos de interior de marihuana, y que tantas satisfacciones nos han dado durante la recolección de las cosechas, se han caracterizado por su tremenda eficacia y por las extrardinarias características de su luz. Estas bombillas, en sus diferentes variantes de potencia, nos tienen acostumbrados a cosechas de gran calidad y cantidad. Con el empleo de los focos más potentes del mercado, soliamos quedarnos boquiabiertos con la producción de cogollos, así como su contenido en resina.
Estas míticas lámparas HPS de sodio, esos pequeños soles en miniatura que instalabamos en nuestros cuartos de cultivo, y que tantas alegrias nos han dado siempre (salvo en el recibo de la luz), forman parte ya de nuestro insconsciente colectivo con su caracteristica rosca E40. Y aunque durante muchos años, estas bombillas han venido equipadas con esa rosca tan familiar y característica, la búsqueda e investigación del margen de mejora en el rendimiento de estas unidades ha dado como fruto un nuevo soporte eléctrico que aporta un rendimiento mejorado y una durabilidad superior. Estamos hablando de las lámparas de sodio HPS con conexión de doble casquillo o más conocidas como lámparas de sodio Double Ended, un verdadero paso evolutivo en las HPS de sodio.
En efecto, las lámparas HPS de sodio Double Ended han venido para quedarse conviviendo con las bombillas de rosca E40. Estas lámparas de doble casquillo HPS de sodio son, en esencia, iguales a las de rosca E40, pero algunos cambios sustanciales en su diseño y manufactura han mejorado extraordinariamente el trabajo de estas bombillas, marcando una gran diferencia.
Una característica que aporta mejoras a este tipo de bombillas respecto a las HPS de casquillo E40 es la disposición de sus conexiones eléctricas. Las E40, debido al diseño de su casquillo, proyectaban sombras indeseadas además de inevitables, con la consiguiente pérdida de luz que esto supone. Este problema, queda resuelto de forma más que satisfactoria con el diseño de doble casquillo. Esta configuración axial, basada en el uso de terminales en los lados opuestos de la bombilla, no produce ninguna zona de sombra parásita que nos robe luz, por lo que el aprovechamiento de la luz es máximo.
Además, la mayor y más perfecta geometría de las bombillas de doble casquilllo, resulta en una irradiación de luz más homogénea y uniforme, segunda razón esta por lo que la luz es más aprovechada que en el caso de las E40.
Si a esto unimos su concepción tecnológica interior más reciente y mejorada, con las bombillas Double Ended o de doble casquillo, obtendremos un aprovechamiento muy superior de la luz que la que genera una bombilla con rosca E40.
Esta nueva reconfiguración mejorada de la lámpara de sodio de doble casquillo, obligó a los ingenieros de las marcas a readaptar y rediseñar tanto los balastros utilizados como los reflectores donde estos se montan. En efecto, los reflectores que monten las bombillas de doble casquilllo deberán llevar casquillos especificos double ended o casquillos dobles. Lo mismo ocurre con los balastros, pues no podremos utilizar de ninguna manera balastros diseñados para lámparas HPS de rosca E40, sino que tendremos que utilizar balastros fabricados especificamente para las HPS de doble casquillo.
Esta nueva generación de lámparas de sodio HPS Double Ended las podremos encontrar comercializadas en potencias de 600W, las de menos potencia, 750W, las de potencia media, y 1000W las más potentes.
Una vez entendemos el mayor potencial de estas bombillas, y sabemos que requieren componentes específicos para ellas (balastro y reflector), nos hacemos la pregunta de índole económica y obligada: ¿y su precio?.
Pues respecto a su precio, no hay muchos comentarios que hacer y no procede irse por las ramas. Con las actuales tarifas vigentes de las principales marcas, la conclusión se ve clara: son mucho más caras, alrededor del doble que las de rosca E40.
Ahora bien, su alto precio esta más que justificado. Las lámparas HPS de sodio Double Ended pronto nos devolverán lo que hemos pagado de más por ellas. Es más, cuando comprobemos que su rendimiento es abrumador, no querremos seguir cultivando sin ellas. Además, estaremos adquiriendo el valor añadido de una duración más prolongada, durándonos la friolera cantidad de 8 cultivos de vida útil sin perder practicamente rendimiento. Quizás, después de este dato, con el ahorro que el mismo representa, no nos parezcan ya tan caras, pues en realidad, no lo son.
Como conclusión final, las lámparas de doble casquillo son una evolución hacia delante de las veteranas lámparas E40, con el más que significativo aumento de rendimiento y producción que ello representa. Y aunque, aparentemente, a corto plazo nos van a costar más caras, comprobaremos que a medio y largo plazo nos suponen realmente un ahorro junto a un aumento de competitividad en nuestros cultivos.