La importancia de la temperatura del agua de riego en el cultivo de la marihuana
El riego de nuestros cultivos de marihuana es una de las actividades de más importancia y que mayor incidencia tendrá en el futuro desarrollo de las plantas. El agua de riego de nuestro cultivo debe ser de buena calidad, y junto con las distintas soluciones nutritivas y correctoras que iremos añadiendo a la misma durante el cultivo, estaremos en condiciones de ofrecer una nutrición de calidad a nuestros preciados cultivos de cannabis.
Ahora bien, el agua de riego, además de lo anteriormente mencionado, es conveniente y necesario que cumpla una serie de requisitos que convertirán nuestros riegos en una eficaz fuente de nutrición para nuestras plantas. Entre ellos, los más destacables son el PH (grado de acidez de la solución de riego) y la EC (la electroconductividad del agua), que entre otros factores, dependerá de los compuestos añadidos a la misma. Ambos parámetros deberemos tenerlos siempre bajo control para proporcionar un riego óptimo.
Pero existe un tercer factor de vital importancia, y del que nos vamos a ocupar en el siguiente artículo, y que muy a menudo se pasa por alto o no se le da la importancia que tiene en el desarrollo de los cultivos: Hablamos de la temperatura del agua de riego, un factor de importancia capital a la hora de llevar a cabo nuestros riegos, factor especialmente crítico en los cultivos carentes de tierra como es el caso de los cultivos aeropónicos e hidropónicos.
Muchos cultivadores, especialmente los cultivadores principiantes, no atienden ni cuidan debidamente este parámetro. Es muy habitual regar con mangueras situadas en el exterior, cuya agua presentará temperaturas gélidas en invierno y temperaturas demasiado altas en verano. También se suele dar el caso de usar depósitos de riego ubicados en zonas exteriores, los cuales están expuestos a las inclemencias climáticas de las estaciones, y que será difícil que tengan en cada estación la temperatura adecuada que nuestras plantas necesitan.
Por otro lado, y no en pocas ocasiones, los depósitos de agua ubicados en el interior de las instalaciones de cultivo sufren un calentamiento del líquido por el calor de los focos, alcanzando una temperatura inadecuada para el riego.
En los cultivos con tierra, el sustrato ejerce una función de amortiguador térmico, por lo que en este medio de cultivo, un pequeño desajuste en la temperatura del agua quedará paliado, al menos en parte, por la acción del sustrato. Ahora bien, especialmente crítica es la temperatura de nuestra agua de riego en cultivos hidropónicos o aeropónicos, pues en este tipo de cultivos, las raíces carecen de sustrato estando estas en contacto directo con el agua y teniendo mayor repercusión un desajuste térmico de esta. En cualquiera de los dos casos, deberemos suministrar siempre nuestra agua de riego a la temperatura óptima, siendo conveniente vigilar la temperatura del agua con un termómetro de agua. En Brotes Verdes disponemos de termometros para agua de riego a un económico precio, que te permitirán tener monitorizado este importante valor en todo momento.
Efectivamente, la temperatura del agua de riego óptima debe encontrarse entre 20ºC y 23ºC. Temperaturas por debajo y por encima de esta horquilla, tendrán incidencias negativas en el desarrollo de la planta. Para poder entenderlo de una forma sencilla en una primera aproximación sin ponernos demasiado técnicos, podríamos afirmar que las plantas reaccionan a la temperatura del agua de forma parecida a como lo hacemos las personas. ¿A quien le gusta ducharse con agua fría? ¿Y con agua demasiado caliente?. Probablemente, salvo excepciones, a ninguna persona le gusta hacerlo con ninguno de los anteriores escenarios. A todos nos gusta ducharnos con la temperatura del agua comprendida dentro de un rango razonable. ¿Verdad?. Pues igual le pasa a las plantas.
En definitiva, e hilando un poco más fino sobre el tema, una temperatura del agua de riego inadecuada se traducirá en una alteración de diversas funciones vitales de extrema importancia, como son la cinética química (velocidad de las reacciones químicas), la actividad de las macromoléculas, diversas funciones llevadas a cabo por la membrana y su actividad enzimática, alteración del PH, alteración del EC, etc..., alteraciones que tendrán una incidencia directa en la correcta nutrición de nuestras plantas, perjudicando su crecimiento y desarrollo en todas las etapas de su vida.
Pero veamos con más detalle cada caso, en primer lugar veamos qué ocurre cuando la temperatura del agua de riego es fría, y a continuación veremos, la incidencia también negativa, de un agua de riego con una temperatura demasiado alta.
Problemas derivados del agua de riego demasiado caliente
El riego con una agua demasiado caliente es un problema menos común que el del riego con agua fría, aunque aún así, también se da a menudo, en especial en ciertas latitudes o en nuestro propio país en los meses de verano.
En primer lugar, cuando utilicemos agua demasiado caliente, la sintomatología que se presenta por lo general será muy clara: notaremos que el crecimiento y el desarrollo general de la planta quedará muy ralentizado. Esto, es producido por la carencia de oxígeno en el agua de riego y en consecuencia por la imposibilidad de asimilar los nutrientes que lleva la misma. Recordemos que a mayor temperatura de agua, menor es la concentración de oxígeno, y que la cantidad de este disuelto en el agua determina la cantidad de nutrientes que las plantas pueden absorber. Con un agua demasiado caliente, todos los fertilizantes que añadamos los estaremos prácticamente desperdiciando.
El uso de una agua con un rango de temperatura alta, puede además, traer otros problemas, y más serios si cabe que el anterior. Es de sobra conocido que un agua caliente favorece el desarrollo de hongos tanto en el sustrato como en las raíces, y no olvidemos, que en muchas ocasiones este tipo de infecciones en la sistema radicular son letales.
Así pues, regar con una agua más caliente de lo conveniente es algo que debemos evitar a toda costa. En este caso solo se puede adoptar una solución, y es enfriarla previamente al riego. Al margen de métodos caseros muy engorrosos, tediosos y muy poco eficaces, la solución pasa por instalar un enfriador de agua que nos mantendrá esta a un temperatura óptima. En Brotes Verdes disponemos de enfriadores de agua de riego profesionales de gran calidad a los mejores precios.
Incidencias negativas del agua de riego demasiado fría
El agua demasiado fría en nuestro riego es el problema más común en nuestro país, debido a causas obvias. Durante la mayor parte del año, nuestra agua está a una temperatura muy por debajo de la recomendada, con lo cual, si no adoptamos ninguna solución al respecto, es seguro que estaremos regando con un agua inadecuadamente fría, y esto va a suponer un serio problema para el desarrollo de nuestros cultivos.
Un sintoma inequívoco que nuestras plantas manifiestan cuando estamos usando agua fría es el color púrpura que presentan los tallos y peciolos, señal clara de una carencia importante de fósforo. Por debajo de temperaturas de 15º C, este elemento no se absorbe de forma correcta, y por debajo de los 10ºC deja de ser asimilado por la planta.
Además de esto, notaremos afectado también el crecimiento general de la planta, para a continuación, entrar en escena otras carencias como el nitrógeno y el magnesio, elementos de vital importancia que no mencionaremos ahora, pero que también pueden escasear en el plan nutricional de la planta si como ya comentábamos antes, el agua está fría.
Con el uso de agua fría en el riego de nuestro cultivo, nos encontraremos también con una decepcionante cosecha por su escasez de cogollos, poco desarrollados y de pequeño tamaño.
Ante este problema, como en el caso anterior, solo existe una solución posible, y esta pasa por instalar en el interior del depósito un calentador de agua de riego, cuya función consistirá en mantener nuestra agua a una temperatura adecuada y constante.
En Brotes verdes disponemos de calentadores de agua de riego muy económicos y de gran calidad. Pero si tu problema es doble, es decir, en verano tienes que enfriar el agua y en invierno la tienes que calentar, entonces puedes optar por nuestro magnífico enfriador/calentador de agua de riego HY TECO, un equipo extraordinario que agradecerás tener en cuanto tú mismo valores los resultados de regar tus cultivos con el agua a una temperatura adecuada.
En resumen, en el plan de nutrición de tu cultivo debes contemplar como un elemento determinante la temperatura del agua de riego. Para ello, es mejor que te animes a adquirir el equipo específico para este cometido. En Brotes Verdes disponemos del equipamiento necesario, ofreciendote precios sin competencia junto a un asesoramiento integral. Consúltanos sobre los termómetros para agua de riego, los calentadores de agua para depositos de riego o los enfriadores de agua de riego y te recomendaremos el más adecuado a las características de tu cultivo.